El Zapatero de la región está pasando por su peor momento: No le quieren

Fuente: eldigitalcastillalamancha.es

Fue el primer rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, cargo en el que permaneció durante dieciséis años consecutivos, y es uno de los grandes expertos en Derecho Penal Internacional. Luis Arroyo Zapatero es primo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y, entre otras tareas de representación y responsabilidad, preside en la actualidad el Patronato de Las Tablas de Daimiel. Ha sido máximo responsable de este Patronato justo en los peores tiempos de este gran y hermoso parque nacional de La Mancha ciudadrealeña, que hace apenas dos años perdía sus reservas hídricas a la misma velocidad y con el mismo dramatismo que volaban los fondos de Caja Castilla La Mancha, de cuya Corporación también era consejero el primo de ZP. Puede que también el ex rector tenga algo de gafe.

Nadie duda de los grandes méritos académicos e intelectuales de Arroyo Zapatero ni de sus contrastadas dotes para las relaciones públicas ni de su capacidad para seducir a la clase política o a cualquiera que se le ponga por delante. Y siendo todo esto cierto, a quien no ha logrado seducir ha sido a los grupos ecologistas que forman parte del Patronato de las Tablas de Daimiel, quienes han pedido su dimisión por su probada incapacidad para presidir dicho organismo público. Dicen que es un presidente desinformado para un Patronato sin futuro y para un parque sin plan.

Los ecologistas, y hay que tener en cuenta que uno de ellos está entre los mayores expertos de Las Tablas de Daimiel, han venido a decir que Arroyo Zapatero es un indocumentado en todo lo que se relaciona con el parque. No entienden que diga que la ausencia del Plan rector se suple con el Patronato: "¿Desde cuándo? ¿Cómo?", se preguntan los ecologistas: "Y si fuera así, mala gestión se puede hacer con no más de dos reuniones anuales, sin grupos de trabajo, con un orden del día cerrado de antemano, con unas actas que no incluyen las preguntas de los grupos conservacionistas como si no existieran y dedicado a dar explicaciones de decisiones ya tomadas y que no tienen marcha atrás".

Por eso han lanzado una batería de preguntas demoledoras y se las han hecho llegar a la ministra Rosa Aguilar para que actúe en consecuencia: "¿Es fiable un presidente de patronato de un Parque Nacional que no conoce ni el contenido, ni el estado de sus planes, ni la función de los patronatos? ¿Que se ampare en "mal de muchos..." y en "la complejidad" del asunto como únicos argumentos para justificar 37 años sin elaborar ningún plan de gestión para Las Tablas de Daimiel? ¿Que comparta con el director del Parque la idea de gestionarlo como una "finca propia", en la que se hace y deshace (literalmente) sin un criterio definido y consensuado y con los miembros del Patronato como convidados de piedra? ¿Que asista impávido a que las áreas claves de gestión: obras y uso público, estén en manos de una única persona que ha llevado al Parque a una etapa nefasta por obscurantista, coincidente con el mayor movimiento de fondos nunca visto?".

Ellos mismos se responden: "Creemos que no". Y por todo ello han pedido un cambio "de urgencia para revertir ésta situación. Las últimas declaraciones del presidente del Patronato las consideramos una tomadura de pelo y la gota que colma el vaso de una situación inaguantable. Ya ha llegado el agua, que vengan también nuevos aires".

Lo pueden decir más alto pero no más claro: ¡Váyase usted, señor Zapatero!