viernes, 15 de febrero de 2013

Notas con motivo del Día Mundial de los Humedales.


Asociación Ojos del Guadiana Vivos.

LOS HUMEDALES MANCHEGOS Y EL MANEJO DEL AGUA EN LA MANCHA

El 2 de febrero de cada año se conmemora el Día Mundial de los Humedales,
en recuerdo del 2 de febrero de 1971 en el que se signó la Convención
Internacional sobre los Humedales; el lema adoptado para 2013 es Los
humedales y el manejo del agua. España se sumó a la Convención el cuatro de
mayo de 1982, incluyendo Doñana y las Tablas de Daimiel en la lista de
humedales a proteger, a modo de compromiso de entrada en la referida
Convención.
En la actualidad nuestro país tiene incluidos un total de 74 humedales en la
Convención de Ramsar; Castilla-La Mancha tiene ocho, siete de ellos ubicados
en la región manchega propiamente dicha -todos en el ámbito del Plan Especial
del Alto Guadiana (PEAG)- y correspondiendo seis a la Reserva de la Biosfera
de la Mancha Húmeda. Sin embargo, aquellos dos primeros humedales que se
incorporaron a la Lista de Humedales de Ramsar han sido incluidos en el
subgrupo del Registro de Montreux, “un Registro de los sitios Ramsar en los
que se hubieran producido, se estuvieran produciendo o pudieran producirse
modificaciones en las condiciones ecológicas”; las Tablas de Daimiel lo están
desde el cuatro de julio de 1990.Por otro lado, la Reserva de la Biosfera de la
Mancha Húmeda está en cuestión, como es sobradamente conocido.
Los humedales Ramsar de la Mancha no están en buen estado ecológico.
Frente al optimismo derivado de la bonanza hidrológica de los dos últimos
años, es oportuno recordar que aunque dispongan de agua y ésta sea
transparente, ello no significa que en ellos concurran las condiciones de buen
estado ecológico permanente, las cuales se determinan mediante criterios
técnicos y científicos.
Acaban de cumplirse cinco años del Plan Especial del Alto Guadiana (desde el
25 de enero de 2008, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2015). Éste
contiene un Programa Ambiental que obedece a los objetivos de restablecer la
superficie de humedales desaparecida como consecuencia de la explotación de
las aguas subterráneas y la transformación agrícola, restablecer el ecosistema
de las llanuras de inundación de los ríos Gigüela, Záncara y Riansares, y, para
los humedales declarados protegidos, recuperar las orlas de vegetación
perilagunar desaparecida por efecto de la expansión agrícola, así como la
superficie de aguas libres. Objetivos que se han de alcanzar con medidas para
restaurar los humedales y las condiciones para recuperar su régimen natural, y
la adopción de medidas cautelares y preventivas, todo ello orientado a lograr
su buen estado ecológico para el 2015 y mantenerlo en adelante.
Para todo ello es imprescindible trabajar con los instrumentos que proporciona
la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, los planes de ordenación de
los recursos naturales (PORN y los planes rectores de uso y gestión (PRUG)
de los humedales con norma de protección. Recordamos que los distintos
PORN, previos a los PRUG, así como éstos y las declaraciones de espacios
naturales protegidos, de sus modificaciones, incluida la Reserva de la Biosfera
de la Mancha Húmeda, han de realizarse con una participación activa de los
interesados y con información pública mediante.
En estos últimos años, incluido este invierno lluvioso, que conforman un ciclo
húmedo, las aguas han vuelto a ocupar sus espacios naturales y recargado de
forma importante el vaciado de los acuíferos, aunque queda todavía mucho
vacío de agua en nuestro subsuelo, siendo que preciso continúe su relleno de
forma natural hasta que se recupere la funcionalidad de los Ojos del Guadiana
y que este río alimente de nuevo de forma permanente y suficiente las Tablas
de Daimiel.
Existe amplia y diversa información sobre los humedales, las condiciones de
referencia para su restauración, su régimen natural de llenado y vaciado, su
evolución histórica, las presiones sobre los mismos y los impactos producidos
en ellos. Actualmente se está llevando a cabo un proceso de restauración de
humedales de la red Natura dentro del programa LIFE Humedales de la
Mancha.
Entendemos que todas las actuaciones deben ser evaluadas ambientalmente a
fin de que las actuaciones permitan lograr los objetivos ecológicos de la
planificación. Asimismo hay noticias de otras actuaciones complementarias,
que suscitan dudas sobre su conveniencia, como reforestaciones, sotos y
vallados donde nunca los hubo.
Recordamos que los objetivos de buen estado de los humedales, de acuerdo
con el artículo 4 de la Convención son exigibles a todo tipo de humedales
naturales o artificiales, sean de titularidad pública o privada; y volvemos a
recordar que el agua siempre supone riqueza, tanto para los ecosistemas del
medio natural que proporcionan diversos servicios a la sociedad, como para la
actividad económica por ello propugnamos el uso sostenible y racional de los
recursos hídricos naturales y, singularmente, del agua.
Finalmente recordamos que es necesario seguir trabajando con firmeza para
que los Ojos del Guadiana recuperen su funcionalidad, por lo que estimulamos
el acceso de la sociedad manchega al conocimiento de los humedales
manchegos, el disfrute de la naturaleza, garantía para que las generaciones
actuales mantengan el testigo de lo que no hay que olvidar, esto es, el respeto
a los espacios naturales del agua, para compartir su disfrute con las
generaciones futuras.

Ecologistas en Acción

EL GOBIERNO REGIONAL PONE EN JAQUE A LA MANCHA HUMEDA

Con motivo del día mundial del los humedales, Ecologistas en Acción denuncia
el pésimo estado de nuestros ecosistemas hídricos, alerta sobre el creciente
número de agresiones y amenazas y responsabiliza al gobierno de Castilla-La
Mancha de ello.
El agua es uno de esos recursos que son esenciales para la vida y el desarrollo
de cualquier actividad humana, y prueba de ello es que las comunidades
humanas siempre se han concentrado durante miles de años en los valles
fluviales, sus llanuras inundables y otros sistemas de humedales como los
manchegos. La importancia de los humedales reside, a parte de ser los
principales generadores de recursos hídricos para abastecimiento de agua
dulce, y más allá el valor económico que aporta a sectores como la agricultura,
la pesca, la industria o el turismo, en la gran diversidad biológica que albergan.
Son reguladores del ciclo del agua, reteniendo las grandes avenidas,
almacenando el exceso de agua en los periodos húmedos y liberándolo en lo
secos. Sirven de depuradoras naturales que retienen el exceso de nutrientes o
contaminantes de las aguas. Y también son reguladores del clima, jugando un
papel esencial contra el cambio climático al ser importantes sumideros de
carbono.
Si algo no hemos aprendido de nuestros antepasados, por mucho progreso y
avance tecnológico del que nos jactemos, es a valorar y proteger los recursos
naturales y los ecosistemas que hacen posible nuestra vida y la de las futuras
generaciones. En unas pocas décadas hemos destruido este enorme legado de
la Naturaleza que nuestros antepasados si supieron gestionar de forma
sostenible. Las políticas insostenibles del pasado siglo que han potenciado la
agricultura industrial intensiva, el urbanismo desaforado y el cambio climático
han secado nuestros ríos, lagunas y acuíferos, y han contaminado sus aguas
hasta el punto de poner en serio riesgo su potabilidad, hipotecando la salud
ambiental de nuestro presente y el futuro de nuestros hijos y de la
biodiversidad. Nuestros grandes tesoros húmedos, como el parque nacional de
las Tablas de Daimiel o el parque natural de las Lagunas de Ruidera agonizan
lentamente. La sobreexplotación del acuífero 23 ha llevado a Las Tablas a un
estado crítico, mientras que el urbanismo descontrolado ha desvirtuado por
completo el paisaje singular de las Lagunas de Ruidera (si alguien ha podido
visitar los lagos Lagos Plitvice en Croacia, que son formaciones karsticas
similares a las de Ruidera, sabrá a qué nos referimos cuando hablamos de
proteger el paisaje).
Pero como siempre que se trata de la gestión de lo público, el principal
responsable de esta catástrofe no es otro que nuestro gobierno autonómico,
que ha consentido en muchas ocasiones, e impulsado en otras, todas estas
agresiones, en nombre de un crecimiento económico que siempre acaba
beneficiando a unos pocos y perjudicando a la mayoría. Si el antiguo gobierno
del PSOE fue el principal impulsor de la sobrexplotación del acuífero por unos
prevaricadores cálculos electorales y de la especulación urbanística en La
Mancha, al nuevo gobierno del PP le ha faltado tiempo para acabar con el Plan
Especial del Alto Guadiana, y volver a pedir la barra libre de agua para sus
amiguetes terratenientes por los mismos motivos electorales cortoplacistas,
poniendo en seria duda a pesar de la tímida recuperación del acuífero, el
cumplimiento de la Directiva Marco del Agua. Estos despropósitos
medioambientales, han puesto también en serio riesgo la catalogación de la
Mancha Húmeda por parte de la UNESCO como reserva de la Biosfera, por
negarse el Gobierno Regional a presentar ante este organismo una propuesta
de zonificación que delimite las zonas a proteger. Tal descatalogación y
sanción supondría no sólo una catástrofe ambiental sin precedentes, sino
también una importante pérdida de credibilidad e ingresos de la Unión Europea.
Y por si no fuera poco, al tiempo que vuelven los viejos fantasmas de la
sobreexplotación de los acuíferos, surgen nuevas amenazas para nuestros
desvalidos humedales. La última se llama fractura hidráulica (fracking en
inglés), y es un nuevo sistema de extracción de gas enormemente agresivo. La
extracción del gas se produce mediante la ruptura y disolución de los estratos
geológicos de pizarra y para ello se inyecta a presión en el subsuelo, a varios
cientos de metros de profundidad, una mezcla de más de cien ácidos y otras
sustancias químicas, que acaban filtrándose a los acuíferos y también a las
aguas superficiales, contaminándolos. Los impactos de esta nueva técnica son
bien conocidos en EEUU donde lleva aplicándose hace años y ha llegado a
provocar incluso movimientos sísmicos. En nuestra región ya han dado luz
verde a varios estudios de prospección en la zona de las Lagunas de Ruidera.
Desde Ecologistas en Acción, pedimos a nuestro gobierno que siga el ejemplo
de otras comunidades autónomas como Aragón, que han comprendido la
gravedad de esta nueva amenaza y se han declarado territorio libre de fracking.
También queremos recordar al actual gobierno que el agua es un bien común,
del que todos y todas, no sólo los agricultores, tenemos derecho a
beneficiarnos. Es un error tratar de salir de esta crisis económica
sobreexplotando nuestros recursos naturales y agudizando la crisis ambiental,
porque finalmente el destino del hombre va unido al de La Naturaleza.
Tenemos derecho a ver correr nuestros ríos y arroyos, sus límites deslindados,
a que sus cauces y riberas se pueblen de vegetación constantemente, a que
nuestras charcas, navas, vegas, tablas, lagunas y aguazales se inunden, y a
que de nuestros humedales emane la vida libremente. Tenemos el compromiso
moral de recuperar y transmitir el vínculo de este legado, hacerle justicia y
conservarlo.
No seamos necios, aprendamos a valorar nuestros humedales y
defendámoslos.

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